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Con el laboratorio a cuestas.
Lejos de los aparatosos equipos que se utilizan para medir las respuestas del cuerpo, se presentó un pequeño dispositivo inalámbrico que funciona independiente del laboratorio.
 

La firma BodyMedia, especializada en aparatología asociada a la salud y la medicina, presentó el primer “monitor
corporal“ inalámbrico destinado a medir múltiples parámetros del cuerpo en condiciones reales, ya que este equipo se puede utilizar fuera del ambiente de un laboratorio. El SenseWear es un aparato un poco más grande que un reloj que, en lugar de la muñeca, se ajusta alrededor de la parte superior del brazo: Cuando está en funcionamiento recolecta diversos datos que luego se descargan sobre una PC para el posterior análisis de los profesionales.

Este equipo utiliza una combinación de seis censores, entre ellos de respuesta galvánica de la piel, de temperatura ambiente, de flujo calórico, temperatura de piel y un acelerómetro de dos ejes. Los profesionales, médicos o investigadores pueden ajustar la frecuencias de muestreo de los diversos parámetros, habilitar o deshabilitar cualquiera de los 28 canales de datos o registrar determinados eventos. Estos datos en estado crudo se pueden transformar en gráficos o tablas con el software adjunto al equipo. El Pro Development Kit (SDK) permite transformar la información en gráficos de formato JPG o planillas de Excel, fácilmente intercambiables con otros profesionales.

Uno de los aspectos más interesantes de este producto es que está abierto a desarrollos de otras empresas que
quieran diseñar otras posibilidades de expansión sobre esta misma plataforma. Por ejemplo, la medición de la presión sanguínea o del ritmo cardíaco.

Este equipo está pensado especialmente para centros de salud y de investigación los que podrían amortizar los mil dólares del mismo y los cinco mil de la batería de programas que constituyen el SDK. Pero la empresa tiene en proyecto un equipo de características similares para usuarios comunes que estaría a la venta a fin de año a un costo no determinado, pero seguramente menor, que, entre otras cosas, puede colaborar en el manejo del peso (calorías, grasas, etc.) del usuario.

Como ninguna otra ciencia, la medicina necesita de datos e información para establecer el mejor diagnóstico o para analizar el comportamiento de nuevas drogas. En este camino la tecnología puede ser la mejor aliada y todavía tiene mucho por hacer.

 




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