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Aquavit, la celebración nórdica

Otras aguas ardientes.

Como el vodka, es un destilado de papas o cereales, sólo que tiene sabores muy particulares, que establecen acuerdos gloriosos con ciertas especialidades escandinavas
Se lo bebe en Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia.. Es fuerte, robusto y perfumado. Generalmente, junto a la copa hay un vaso de cerveza. Este aguardiente, como ninguno, no aplaca la sed, enfervorizada con tantas pescados ahumados, salados o marinados, arenques especialmente, que forman esa gran mesa de manjares fríos, el smorgasbröd, con ligeras diferencias de pronunciación, según el país escandinavo.

Las hierbas y especias que dan su identidad al aquavit nórdico gozaron siempre de reputación medicinal. Pero la razón práctica de la incorporación de aromatizantes como alcaravea, eneldo, comino etc., era para atenuar el sabor robusto del alcohol antes que se inventara la rectificación (o purificación) que mejoró notablemente tanto su calidad como los efectos catastróficos de una ingesta poco sensata.

El gran cambio para ese spirit se produjo cuando Isidor Henlus, un destilador polaco se instaló en la ciudad danesa Aalborg. Allí produjo el Aalborg Taffel, conocido ahora como red Aalborg, por el color rojo de la etiqueta. Este aquavit presenta un marcado sabor a alcaravea, mientras que aromas de eneldo y coriandro caracterizan al dorado Aalborg Jubilaemus, lanzado cuando se celebro el centenario del primero.

Si el aquavit danés se destila de cereales, los noruegos lo elaboran con aguardientes de papas, aromatizado con hierbas y especias: alcaravea, eneldo, semillas de anís, hinojo y coriandro. Se envejecen en barriles usados para madurar jerez oloroso, que añaden un color dorado y leves aromas vainillados. El jerez residual también les confiere una tenue dulzura.

Entre los aquavit noruegos más famosos se encuentra el Lysholm Linic, creado casualmente azar por Jjorgen Lysholm, quien en un intento de promocionar su spirit en el mundo, despacho en 1805 unos barriles a las Indias Orientales, a bordo de un bergantín que debía cruzar el Ecuador. El alcohol no se vendió y volvió no con la frente marchita, sino mucho más primoroso e interesante. El viaje le había sentado. Ese aguardiente sigue envejeciendo de ese modo. Cada mes se envía una remesa para un crucero de cuatro meses y medio que cruza dos veces el ecuador. Dicen que se refina por el bamboleo de las olas y la influencia del aire marino. Una cuestión de fe.

La forma de beberlo es en copas pequeñas y largadas, previamente heladas (las puede guardar siempre en el freezer, como hace Jorge Shussheim), y muy frio.

El rito indica que cada invitado levante su copa, haga un leve movimiento con la cabeza y diga Sköl o Skal. Hay que beberlo de un saque, se muestran las copas vacías y se asiente de nuevo, mirando a los ojos de todos los participantes en la ceremonia. El proceso se renueva, pero las neuronas no.

Sus acuerdos más acertados son, como dije, con arenques salados, gravlax, carnes ahumadas y todos los componentes del buffet nórdico. Los arenques tradicionalmente en Escandinavia, se sirven siempre con aquavit. Tienes que dejar nadar el pescado, dictamina el refrán danés.

El Aalborg se consigue en vinotecas, en Jumbo y lo sirven en Olsen y los locales de Big Mamma. Shusheim, de Sobremesas gourmet, es adicto a los arenques nadadores.

 




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